DANIELA TUDELA y LANDON ODLE
En la ciudad de Barcelona se producen más de 800.000 toneladas de residuos cada año.
En teoría, los residuos de plástico, orgánicos, de vidrio y papel van a contenedores distintos, para que luego se los pueda reciclar de una manera optimizada. Sin embargo, muchos de los más de tres millones de residentes del Área Metropolitana de Barcelona lo tiran todo al contenedor gris, aunque no le corresponda.
Por eso existe un centro municipal dedicado a la separación y reciclaje de estos residuos. Se trata de la Planta Integral de Valorización de Residuos de Sant Adrià de Besòs, más conocida como Tersa, la incineradora donde Barcelona convierte sus residuos en electricidad.
Agustí Ferré, responsable del desarrollo cooperativo de la planta, asegura que si la gente reciclara sus residuos como debería, esta planta no existiría.
En este centro, operado por la empresa Tersa, se trata un 31% de los residuos municipales. Echamos un vistazo a la planta de separación de residuos más grande de la ciudad.
Integración en el espacio urbano
La incineradora se encuentra situada en la zona urbana de la ciudad de Barcelona. Con el objetivo de no perjudicar el aspecto de la zona, el exterior de la planta está cubierto de césped.
Del contáiner a la incineradora
La basura llega a la planta en camiones.
Clasificar
Una vez en el interior, enormes máquinas separan los residuos por tipo.
Compactar
La planta de selección y tratamiento de residuos selecciona y separa envases de plástico. Una vez finalizada la etapa de selección se comprime el material, formando grandes bloques compactos.
Elevar
Esta grúa lleva lo que no se puede reciclar a su destino final: una de tres calderas gigantes.
Grúa teledirigida
Operador en sala de control de grúas. Maquinaria que recoge la basura y la introduce en uno de los hornos.
Inundados de basura
En Barcelona, cada persona genera 1,17 kg de basura cada día.
El infierno de los plásticos
Lo que no se puede reciclar se quema en una caldera gigante a más de 850 grados, generando vapor que luego se convierte en electricidad.
Se hizo la luz
Sala de turbinas de vapor. Los gases calientes que se desprenden de los hornos de incineración se usan para calentar agua hasta los 400 grados en la caldera. El vapor de agua se hace pasar por una turbina, cuyo movimiento genera electricidad.
Control central
“Lo que más me da pena es que reciclar sea algo de “moda”, porque la moda pasa. Y esta no va a pasar.” Un operario nos enseña la sala de control de la planta.