Instaladas las primeras cámaras que controlarán a los coches contaminantes

AMANDA OLIVEIRA

La instalación de cámaras de control y placas de tránsito a lo largo de esta semana son una muestra de que la ciudad de Barcelona se prepara para la zona de bajas emisiones (ZBE) permanente. La normativa entrará en vigor el 1 de enero de 2020, pero las cámaras no empezarán a multar los coches infractores hasta el 1 de abril.

No obstante, la medida solo tirará adelante si es aprobada en el pleno municipal de mañana viernes. La ordenanza municipal que regulará la ZBE está en el aire, condicionada por las negociaciones del gobierno municipal con Esquerra Republicana.

La incógnita es hasta que punto estas se verán afectadas por la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que ha reafirmado la inmunidad del líder republicano Oriol Junqueras, y que condicionará el discurso de la formación en los próximos días. Algo que se podría acabar traduciendo en una parálisis política en las votaciones y negociaciones.

El plan inicial previsto por la normativa contempla un total de 70 cámaras solo en el interior de Barcelona. Ya han sido instaladas tres cámaras en cada una de los cruces de la calle Aragó con Muntaner y de Marina con Consell de Cent.

Las cámaras no empezarán a multar a los infractores hasta el 1 de abril

Aún así, la portavoz de la oficina de movilidad del consistorio, Helena Mercadal declara: “Estamos aguardando el pleno de mañana para divulgar las actividades acerca del tema después de la aprobación de la medida.”

Las cámaras van a grabar imágenes y registrar las matrículas de los vehículos para que se multen aquellos que no tienen el distintivo ambiental. La gestión de las multas quedará a cargo de la Guardia Urbana.

En la Ronda de Dalt y en la Ronda del Litoral estará permitido el tráfico sin restricciones, pero en las entradas a Barcelona ya se han instalado placas de tránsito señalando el territorio de la ZBE. De todos modos, como se está a la espera la aprobación y entrada en vigor de la normativa, las placas aún están cubiertas por una banda blanca.

El servicio está siendo gestionado por el Ayuntamiento de Barcelona en conjunto con el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que aguardan el resultado del pleno para finalizar los preparativos.

La sentencia europea sobre Junqueras deja la ZBE en el aire a pocas horas del pleno

ADRIANA DELGADO, AMANDA ANTUNES y VÍCTOR RECACHA

La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la inmunidad del presidente de Esquerra Republicana Oriol Junqueras puede tener implicaciones para la aprobación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Barcelona. El fallo condicionará todas las votaciones de los próximos días, también la de la ZBE, según fuentes del partido del que depende la votación de la ordenanza reguladora de la ZBE que se tendrá lugar en el pleno de mañana.

Por tanto, la incertidumbre se mantiene en las negociaciones entre el gobierno municipal y ERC. La formación republicana decidió reservar su voto y no apoyar la ordenanza en la última Comisión de Ecología y Movilidad celebrada el pasado martes, al igual que el resto de los partidos de la oposición.

A 14 días de que entre en vigor la medida, aún no está claro si esta acabará siendo una realidad. En el caso de aprobarse, se concebiría como el área de veto más grande de Europa con 95 kilómetros cuadrados, es decir, veinte veces Madrid Central. 

Desde el Ayuntamiento, hace una semana se mostraban «optimistas» y positivos respecto a la aprobación de la ordenanza. Pero hoy muestran más reservas y señalan que están a la espera de la aprobación definitiva antes de hacer más anuncios. Si el texto no es aprobado mañana, el consistorio deberá retroceder en un proyecto ya anunciado a los cuatro vientos, tal y como reconoce el equipo de gobierno.

Los republicanos han impuesto diversas alegaciones para votar a favor de medida. Una de ellas era la moratoria de dos años para aquellas familias con pocos recursos que dependen del vehículo y no tienen etiqueta ambiental, que han quedado en uno en la contraoferta del equipo de la alcaldesa Ada Colau

En las negociaciones, el Ayuntamiento ha limado algunos de los «flecos» de la ordenanza. Por ejemplo, suavizar el veto a los conductores con bajos ingresos que necesitan el vehículo para su actividad profesional a partir de la una moratoria de un año. 

Además, el texto de la ordenanza definitiva explica que se pretende analizar los resultados de la aplicación de la medida «tanto en la calidad del aire como en la repercusiones económicas y sociales», de manera que incluye otra de las peticiones de ERC de aumentar las estaciones de medición de la contaminación.